Un espacio actual , en donde la cultura, el arte, el encanto de una buena fotografía, la cita con una buena historia y sus realidades P.Ka por no quedarse callada.
Una ciudad de miles de colores
jueves
Desde el rincón de las tablas
La Carnavalada para el Carnaval
Entre brillantes colores y rostros grotescamente bellos se pasea el viento rebosante de mariposas sobre la 40, arrastrando a multitudes hacia lo que se define como la expresión máxima de la cultura de esta región; sin embargo, el arte con sus mil caras y el largo telón eterniza los más vanales sentimientos que emanan de los hondidos pensamientos de las tablas.
Es casi inevitable podernos resistir el encantamiento que surge de ese aroma, aroma a escenarios, a luces, que muestra otra forma de un carnaval que revive la esencia de pocos, que se convierte en la alternativa de corazones que viven otras pasiones. El carnaval de la carnavalada en ¡Ay Macondo!.
Se abre el telón en casa de ´Lucha´
Entre mariposas y serafines del mágico mundo teatral se asoman los rostros inciertos de personajes casi que desconocidos. Se abren los telones y sale ´Lucha’ con su rostro febril y su abdomen macilento para alborotar los deseos expectantes y corromper los ojos saltones.
Entre fragancias de mujer se pasea este personaje que no se sabe bien si es mejor pensar en pantalones bajo faldas o maquillajes en rostros ajenos. Elvis Chaparro increíblemente imperceptible nos deja ´entre impuestos y amor´ dulce sabor de los labios que dopan el desenfreno de la impaciencia, los labios de ´Lucha´, la ´tramoyera´, que termina por derrocarse así misma con la falsa banca.
Jennifer Romero o ´Lilí´, la pobre e inocente prostituta que sueña con ser poeta, se convierte en el cadencioso merecumbé de la casa de ´Lucha´ y es ella quien afirma que así como su publico de burdel, los rostros expectantes de las tablas, reciben la energía que se ha preparado detrás de telones. ´Lilí´ junto a ´Coco- Rico´ (Julio Escobar) y al ´Boquineto´ (Jesús Mulet), nos cuentan que el placer principal de preparar las emociones, son precisamente el cosquilleo facial de los espectadores.
Boquineto: ´es un reto y lo que se quiere es demostrar que no hay tiempo determinado para hacer lo que a uno le gusta y lo que ha escogido para vivir y para ser feliz´
Acompaña las expresiones de corazón y de rostro triste de boquineto el sentir real de (Jesus Mulet) ‘lo que se trata es de ser más polémicos, aunque el carnaval sea la temporada más baja para el teatro´, cuenta algo tembloroso ´Coco- Rico´, mientras se ajusta su corbata.
El artista que llevamos dentro
La conversación se hace cada vez más amena, con los calores y las saladas gotas de sudor que emanan de los rostros actorales. Entre risas y emociones afloradas, Julio Escobar y Elvis Caparro nos cuentan que en el proceso de la vida uno se va dando cuenta que tiene la chispita de hacer reír, y lo que hay que hacer es buscarla; y que lo mas difícil no es hacer reír, sino reconocer que tenemos un niño por dentro y cuando esto se logra se puede encender esa chispa.
El artista se lleva por dentro al igual que el niño, pero a veces es tan difícil vibrar con las risas, estremecerse con los quejidos de las tablas que se prefiere evadir la naturaleza de lo que no se es. Suena paradójico, pero si se mira de cerca tendrá sentido.
´Boquineto´: ´el teatro no es un circo, es un trabajo donde lo más difícil es mostrarle al público lo que tú no eres y dejarle un mensaje en cada presentación´
Este placer que surge en lo milenario se ha convertido en el alimento diario de muchas ´Luchas´ y que con su merecumbé ´Lilí´ junto a ´Coco- Rico´ y ´Boquineto´ se pasean entre las tablas, estremeciendo los oxidados tornillos de la risa y avivando los ojos saltones que esperan ser aun más sorprendidos.
Sonrisas que hablan
En medio del acto actoral la melodía de esa salsa que suele sonar en estaderos especializados tales como la troja despertó un movimiento de hombros y palmas que marcaban el ritmo de un par de espectadores que llamaron nuestra atención ante la espontaneidad y disfrute que lograron expresar. Minutos más tardes nos acercamos a ellos Luisa polo es el nombre de ella, con una característica tal de esa personas que parecen vivir con la sonrisa pegada a sus labios, ante una espontanea presentación nos comento lo agradable que era este espacio y dejo un sentir claro en precisas palabras ‘el arte es una manifestación de amor y las obras han sido eso, es una forma de hablarle al pueblo y cuando lo haces el oye’. Contactos como estos demuestran que la carnavalada deja consigo el placer de volver a estar allí.
Los que regalan aplausos
Cortos fragmentos de tiempos entre un gesto y otro era lo que causaba la casa de lucha, seguramente los corazones de sus actores temblaban en su interior al buscar esa sonrisa de aprobación. la miradas fijas de no más de trescientas personas entre esas nosotras, nuestro pensamiento inmerso en el encanto y la búsqueda de un horizonte que nos diera el sentido de algo que habla entre emociones, que no se logran expresar en exactitud con palabras al vivir una experiencia que rompe los esquemas , los que regalan aplausos no movían sus cuerpos al son de la cumbia , estas movían sus sentidos al ritmo de personajes que se entregaban en un pedazo de suelo , a unos pasos de la 40 de tradición, en donde el desenfreno es cuerpo a cuerpo , la alegría toma otros sentido si se sumerge en el alcohol ,en donde la belleza muestras otra cara. No somos expertas en el arte de las tablas pero sin lugar a duda se despierta un sabor curioso al estar en un espacio que brinda un carnaval con otros colores y que sin llegar a ir en contra de quien lo vive es quien lo goza, logro unir las palmas de los inquietos rostros al intentar saber que podría llegar a pasar. Y en cuanto los responsables de tal incertidumbre dan por terminada su función más de una sutil sonrisa se asoma en aprobación de quienes entregan su todo, aunque millones de miradas estén en la otra dirección.
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