Una ciudad de miles de colores

Una ciudad de miles de colores
Encuentro con las paredes gastadas de un barrio lleno de historias

miércoles

Personajes de Calle





Alejo, el salsero de 55 años, se mueve ágilmente entre los baldosines de la calle, ese hombre de pantalón y zapatos blancos, que parece caminar al ritmo de salsa, es más conocido entre sus amigos como “litro de leche”.
Con actitud de artista se pasea por las calles de la urbe buscando la maraña que le permita tener asegurado, como dice el “los tres golpes del día”. Nuestro encuentro se da, entre vendedores de lotería, tinto y cigarrillo, a esto se le suma el sonido de las bocinas y gente que camina deprisa por la calle 48 con carrera 44, Alejo no deje de mirar a todos lados, dice ser una maña que se toma cuando se está mucho tiempo la calle, saca de su bolsillo trasero una pequeña peinilla color café, la pasa entre su voluminosos cabello color gris y luego en su particular bigote blanco que llega hasta el inicio de los labios inferiores. Alejo sonríe y pica el ojo unas 2 veces cada cinco minutos, a quienes lo saludan, su estatura promedio no es un problema para hacerse notar entre la gente y más cuando entre pequeña frases de una conversación que parece ser seria comienza a cantar una legendaria salsa .

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